Ernesto Valverde es un entrenador exigente y eso es bueno. Varios titulares (en teoría) indiscutibles han probado ´su ración de banquillo en poco más de un tercio de Liga BBVA. El que baja el listón un par de partidos ya sabe lo que le espera. Pero en el caso de Beñat creo que se está equivocando diga lo que diga la tabla clasificatoria.
Bajo ese aspecto de chico sencillote de Igorre, con tendencia al sobrepeso, de barba algo desaliñada se esconde un futbolista con las cosas tremendamente claras, que piensa rápido, es vertical y tiene vocación de llevar los galones. Es mortal en las contras ya que detecta rápidamente los desmarques de jugadores como De Marcos y Susaeta y los suerte de balones.
Sin pierna mala
Hablando de contraataques, más de uno ha culminado Beñat. No es veloz pero sí muy seguro y confiado en acciones comprometidas. Siendo diestro, maneja la zurda sin grandes problemas tanto para centrar como para tirar desde corta distancia.
Experto en las jugadas a balón parado, tanto en saques de esquina como de falta. Pero sobre todas las cosas anteriores personalidad y pulso firme para ser el núcleo del juego creativo de un equipo.
Ander Herrera, el preferido del entrenador
El Athletic Club pagó 12 millones de euros por Beñat El Deseado y desde hace varios partidos Txingurri Valverde parece haber optado por Ander Herrera para la posición de <<hacedor de juego>>. Preocupante. No hay color entre ambos jugadores. La diferencia es sideral. Yo no entro a si son compatibles o no. Pero si hay que elegir no tengo dudas. Parece que el técnico cacereño ha despejado las suyas y ha optado por el ex-zaragocista.
En mi opinión Beñat tiene demasiada calidad como para que los leones se priven de ella. Debe ser indiscutible y ser el jugador referencia del club vasco. Él ya ha deostrado cosas esta temporada, en forma de asistencias e incluso ha marcado un gol. Quizás hay que pedirle más continuidad en su juego y mejorar un poco más sus prestaciones físicas pero estoy seguro de que en cuanto empiece a sentirse importante, desarrollará su potencial al máximo. Como en sus mejores momentos en el Real Betis o más allá.
Y es que este vizcaíno solo tiene 26 años. El Athletic no se ha equivocado con su fichaje. Tiene uno de esos pocos jugadores que imprime su sello en el juego de un conjunto. Un pilar sobre el que construir un equipo ganador. Una viga maestra que no se doblegará bajo la presión de la alta competición sino ante la falta de cariño y confianza por parte de los suyos. Que no se repita la historia.
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