viernes, 9 de octubre de 2015

El Giro 2016 privilegia los ataques lejanos y hace un sabio uso de los One & Two Hit Wonders


Ya está aquí. El pasado lunes se presentó en la Expo de Milán el recorrido de la próxima edición de la ronda transalpina. Sabor a ciclismo de antaño. Con las más modernas técnicas de marketing audiovisual para envolver el producto. Salida desde Holanda, traslado al Surde Italiaydeahí en sentido opuesto a las agujasdel reloj haciaTurín.  Menos llegadas en alto, como pedí ayo el año pasado. Ninguna extraordinariamente dra.  Puertos míticos y acertadas etapas de media montaña. Tres contrarrelojes individuales. Se deja descansar la CRE. Se visitan territorios no muy transitadoscomo el Friuli, los Alpes más al sureste.Unos Pre-Alpes podríamos llamarlos. Habrá estrenos sonados por esos lares. Y luego los Dolomitas en todasu magnificencia, Corvara Alta Badia, forjadora de Héroes, les espera. A fuerza de ser sinceros, todo el que allí llegue lo será.

¿Por qué privarsede losprinters?

Eso habrá penado Mauro Vegni, que les ha reservado 7 ociones para su licimiento, sobre todo en la primera mitadde la carrera. Además el viento en las planicies con lacosta cerca, puede jugar un papel decisivo. Yeso tambien esciclismo.

Con once basta

Esas serán las etapasde montaña con seis llegadasen alto. Risoul y Santa Annadi Vinadio son novedades. El Giro parece obsesionado con marcardiferencias sobre todo con la Vuelta, renunciando incluso a uno de sus signode identidadcomo eran lasllegadas en repecho tipo Asís, Terme Liughiane, Lumezzane u Orvieto. Chamuscado como está ese <<moelo>>, no es deextrañar. Ocurió igual cuando los organizadores españolesdecidieron copiarle el sistemade puntuación de la montaña. El Giro lo cambió. Y fue para mejor.

Los One & Two Hit Wonders, aescena

Sí. Al igual que en la músicaexisten los gruposcon sólo uno o dos éxitos, en el ciclismo hay enclavespor los que unicamentesehatranitado en una o dos ocasiones. Están casi nuevecios. Y muchosdejaron un gran abor de boca. A otros se lesdará una segunda o tercera oportunidad con recorridos previos o vertientes distintas.

Así se retorna a Roccarrasso y su Refugio Aremogna (la primera en 1976), a Sestola (2007), a Andalo (1993) o Alpe di Suissi (2009) estavez en cronoescalada. En cuanto a puertos de paso, Pra Martino promete espectáculo. En subida y en bajada.

En esto de la dosificación y rescate de puertos míticos, el maestro es el Tour. Pero el Giro, como vemos le está saliendo un alumno aventajado. La gestión por parte de la Vuelta de montañas llamadas a marcar un antes y un despes como La Bola del Mundo, Ancares, L Gallina o los mismos Lagosde Covadonga, habla por sí misma. Sin contarcon el estreno incontrolado de subidas maravillosas queacaban pasando sin pena ni gloria. Tenía que decirlo.

Premiando la épica

Eto de noponer llegadas demasiado exigentes con duros puertos de paso es un arma de doble filo. La carrera se torna difícil decontrolar.  Si tesale bien, los ataques abuen seguro, se producirán a muchos kilóetrosde meta. Si tesale mal pude que sesalden con lavictoria de algunaescapadaante la pasividad de los capos. Pero merece la pena arriesgarse. Ess son las etapas que hacen afición. Y de lo malo-malo siempre tendrás tus diez minutitos de fuegos de rtificio, en el peor de los casos.

Postre francés

Las dos últimas jornadas alpinas harán incursión en tierras galas. Puertos interminablescomo Agnello, Vars, Bonette y LaLombarde y mucho, pero que mucho stress hipóxico debido a la altitud. Atención a los desfallecimientos. La carrera no sedecidirá hastael penúltimo día.


La distanciacronometrada, unos 60 kms, es más que suficiente aunque a mí que me gustan las cronoescaladas con espolones, la de Alpe di Siusi se me queda un tanto exigua.

Pero con una sólida participación como la que se prevé(Nibali, Valverde, Amador, Urán, Landa, Porte, Majka, Hesjedal, Peraud, Kruijswijk y seguramente Dumoulin y Pinot), el organizador hacumplido poniendo a disposición de los artistas un escenario ideal parael espectáculo.

Este Giro seductor, que yahaalcanzado su velocidad decrucero, haconsegudo lo más difícil:
ser un éxito antes dedisputarse. Intuyo, empero, que lo mejor está por llegar para la Centésima edición en 2017. Lo contaremos. Entretanto, largavida al nuevo Giro.