domingo, 16 de junio de 2013

Sobre Marcelino García Toral y su ojo clínico


Ya que mi Racing parece condenado a su desaparición, vamos a consolarnos con los logros del que, yo creo, ha sido el único buen-buen entrenador (junto a Irureta) que ha tenido en los últimos 20 años.
Casi ascendió en sus inicios con el Sporting, para después lograrlo con el Recre, Zaragoza y ahora Villarreal. No es, pues una casualidad.

Marcelino es un técnico serio, exigente, puntilloso, corrige a sus jugadores en los entrenamientos hasta que hacen exactamente lo que él quiere. Sabe a lo que juega, sus equipos presionan mucho y tratan de recuperar en campo contrario para después llegar a puerta lo más rápido posible. Convence a la plantilla de sus ideas y habla siempre en 1ª persona del plural, no por modestia, sino porque realmente piensa que su staff técnico es tan importante como él.

Sus conocimientos se extienden más allá del fútbol, siendo un fanático de la dietética (polémicas papillas inclusive) e incluso de jardinería, velando por el buen estado del césped. Como veis, un profesional sobradamente preparado.

Y ahora quiero hablar de un par de defectillos:

- Cierto miedo a afrontar proyectos realmente grandes que le llevó en su tiempo a rechazar ofertas de Valencia o Betis y a una cierta claudicación en sus principios que le impidió triunfar en Zaragoza y Sevilla.

- Una clara falta de ojo clínico: y es qué al asturiano le entran por el ojo los futbolistas o no le entran. Si, de principio, no le gusta un jugador, está condenado haga lo que haga. Si goza de su favor, lo defenderá hasta extremos poco lógicos.

Creo que el primer defecto lo va superando poco a poco. Del segundo hay pruebas innumerables. Bien es sabido que él no ficha pero sí da bajas. Pues a mí no se me olvida que no contó con Melo, con Vitolo, no le gustaba Zigic, prefería a Tziolis a Diop y estaba <<enamorado>> del nefasto Henrique y del eterno bluff Jorge López. Eso en el Racing porque en el Sevilla Rakitic era suplente, cedió a Arouna Koné al Levante, a Lautaro Acosta al Racing y mandó Alfaro al Mallorca y rechazó el fichaje del que posteriormente sería pichichi de la Liga Brasileña, Dagoberto.

Podría seguir y seguir pero vale para hacerse una idea. Todo es opinable pero hay cosas que están claras. Lo bueno es que el Submarino Amarillo siempre ha tenido una gran Secretaróa Técnica como ha vuelto a demostrar con sus refuerzos en el mercado invernal. El asturiano solo debe dejarse aconsejar en ese terreno.

Con sus virtudes y fallas Marcelino es un muy buen entrenador al que yo ficharía a ojos cerrados para mi equipo. Felicidades a él y al Villarreal por lo conseguido y cabeza fría y paciencia para la próxima temporada.

1 comentario:

  1. A mí no me consuelan los éxitos de un fariseo sin palabra que dejó tirado dos veces a mi Racing. Simplemente, me es indiferente lo que pase con él. Por cierto, decir que es el único buen entrenador que hemos tenido en los últimos 20 años es una intolerable falta de respeto al gran Nando Yosu.

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