miércoles, 20 de marzo de 2013

La penúltima reinvención de Denis Menhov


No agota uno la capacidad de sorpresa con este ruso afincado en Pamplona. Y no es que no viniera avisando desde su juventud de lo que posteriormente serían. Prueba de ello son su victoria en el Tour del Porvenir 2001 y el logro del maillot blanco que le acreditaba como mejor joven del Tour 2003. Sobre el papel era un contrarrelojista que se defendía en la montaña. Ya, ya...

Sin embargo este turbo diesel ha ganado más etapas e montaña que cronos individuales. Infalible llegador en grupos selectos de favoritos como en Pla de Beret en el Tour 2006, Vallnoord-Arcalís en la Vuelta 2007 o Alpe de Siusi en el Giro 2009, esa es la imagen con la que me quedo de Denis Menchov.

Cuando estaba en plena forma las fronteras entre llano y cuesta se diluían, era como una apisonadora, mientras que cuando sus fuerzas menguaban un poco, su rendimiento bajaba considerablemente en ambos terrenos.

También hay que decir que fue el pagano de una época que se inició en 2008 y llegó a su cenit en 2010 y 2011 en la que el ciclismo se volvió un poco loco y las GV optaron por una reducción salvaje de kilómetros CRI y un aumento desmedido de los finales en alto casi siempre de porcentajes imposibles.

Con todo y con eso ha ganado el Giro, la Vuelta y ha hecho pódium en el Tour. Su fría determinación, su ausencia de quejas o abandonos injustificados y actitudes como la de apoyar sin fisuras( junto a otros dos veteranos como Sastre y de la Fuente) al cántabro Juanjo Cobo para ayudarle a ganar la Vuelta 2011, le han granjeado el respeto del pelotón internacional.

Después de una mala temporada sin paliativos, a finales de 2012 vio la luz al final del túnel en forma de victoria de etapa en La Bola del Mundo. Había estado reservando fuerzas hasta ese penúltimo día de carrera, como ya hiciera en 2010. En aquella ocasión solo Peter Velits y dicen que el viento, le privaron de vencer en la cronometrada de Peñafiel. El año pasado, por contra, salió cara y pudo batir al australiano Richie Porte arrancándole a unos cientos de metros del final. Toda una inyección de moral. Se había reinventado como cazaetapas.

En 2013, probablemente su última temporada en activo, lo ha vuelto a intentar en la etapa reina de la Paris-Niza, pero ahí se topó con un Porte en versión estratosférica. No importa. Él lo seguirá intentando ahora que ya no se cuenta con él para las clasificaciones finales y que estará menos vigilado que otros corredores como su compañero de Katusha Purito Rodríguez.

Atentos pues a él en las jornadas pirenaicas que se inician hoy en la Volta a  Cataluña y en posteriores carreras. Puede que le veamos en otro papel inédito: el de juez, que puede decidir con sus acciones quien no gana la etapa... o la general.

Conste que esto es una opinión mía porque el de Oryol sigue teniendo entre ceja y ceja ganar el Tour de Francia y lo fija como su objetivo principal este año. Seguro que tendrá que conformarse con menos pero en el camino puede dejarnos todavía alguna perla.

Esto es todo. Tú sabes donde estar bien informado y antes que la mayoría. Espero que nos volvamos a leer pronto y que no vengas solo. Hasta luego.


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