Parece que fue ayer cuando Mikel Nieve, un desconocido para el gran público, saltaba a la fama en la Vuelta 2010 imponiéndose en la etapa reina con meta en Cotobello y finalizando 12º en Madrid. Tenía la dificil papeleta de asumir la capitanía de un Euskaltel-Euskadi conmocionado por el abandono del entonces líder de la general, Igor Antón tras una desafortunada caida camino de Peña Cabarga. Cumplió con nota.
En 2011 se apuntó al doblete Giro-Vuelta también acompañado por Igor Antón y volvió a repetirse la historia. 11º y victoria en el tappone dolomítico (Refugio Gardeccia) del Giro y 10º en la Vuelta, asumiendo en ambas carreras los galones de jefe tras sendos desfondamientos del vizcaino.
En 2012, el Euskaltel-Euskadi decidió afrontar cada una de las Grandes con un solo lider. Probadas su regularidad y capacidad, se le puso todo un equipo a su disposición en la ronda italiana. Aunque acabo 10º y brilló en la espectácular etapa reiina que incluía,entre otros, Mortirolo y Stelvio, las sensaciones no acabaron de ser las mejores. Eso sí, aprovechando el pico de forma obtuvo poco despues un meritorio 5º puesto en la Vuelta a Suiza (la Cuarta Grande dicen muchos).
Sin embargo la impresión que quedó a la postre fue que la progresión de Mikel Nieve se había estancado. ¿Qué le queda por hacer al ciclista navarro?. Debutar en el Tour de Francia. Una nueva motivación que puede dar un nuevo impulso a su trayectoria profesional.
El Tour 2013 se llevará de calle a los escaladores del pelotón internacional con su reducción de kilómetros cronometrados y, sobre todo, con una última semana que promete gloria y escenarios de leyenda para hombres como el de Leiza. Un fondista que crece con el paso de las semanas y es especialmente fuerte cuanto más largas, exigentes orográficamente y disputadas son las etapas.
La Grande Bouclé supondrá su reencuentro con Igor Antón, con el que compartirá jefatura de filas, y en ellá su objetivo es claro: terminar entre los 10 primero y meterse al zurrón una de las carísimas etapas alpinas: Mont Ventoux, Le Grand Bornard o Alpe d'Huez, principalmente.
A Mikel Nieve no le pesa la responsabilidad. Ya lo ha demostrado. Responde al perfil de escalador español, que tantas veces ha descrito Perico Delgado: regular, de pocas victorias pero muy selectivas. Y ya sabeis lo que dice la canción:
En el Giro el tiempo es muy variado
y en la Vuelta apenas llueve.
Así que para el Tour de este año
¡que Nieve, que Nieve, que Nieve!.
¡Un saludo a todos!.
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