domingo, 15 de noviembre de 2020

Thierry Gouvenou está empeñado en recuperar la leyenda del Tour


Desde que, en 2014, accrdió al cargo  de Director Técnico de ASO y, como tal, responsable principal de los recorridos del Tour de Francia, su mano se ha dejado notar.

Poco a poco, ha ido ganándole la psrtida a un Giro prometedor, pero que ha acabado víctima de,sus propuis excesos.

Y es que tras unos comienzos con algunos tumbos, Gouvenou ha llegado a la conclusión de que el Tour debe volver a ser el Tour.

Más etapas pqra sprinters, más crono individual, más etapas de fondo manteniendo un global que no exceda los 3400 kms y, por supuesto, más selectividad en las llegadas en alto.

En busca de nuevos mitos

Este cierto retorno a las raices está sabiamente combinado con una cierta renuncia a los colosos drl Delfinado. Hasta no hace mucho sería imposible cobcebir un Tour sin sus Galibier, Croix dd Fer, Izoard o Madeleine.

Pero es que la ronda francesa va decididamente a seguie explorando el Jura, los PreAlpes y el País Vasco francés. Y ya no desperdicia o ignora el Macizo Central.

Etapas cono la de Malaucène, con su doble paso por el Mont Ventoux, nos retrotraen a épocas pretéritas y apelan al ciclismo heróico, con el riesgo de decepción que ello conlleva.

La Grande Boucle siempre fue equilibrio y justeza: oportunidadrs para todos, en definitiva. Y desde el movidio inicio en Bretaña, las habrá.

Ojalá les salga bien la apursta, aunque si verdaderamente tienen convicción, Prudhomme y su equipo la mantendrán pase lo que pase.

De momento, creo que contarán con el voto de confianza de casi todos los figurones, aunque algunos también disputen el Giro.

Quizás en 2022 vuelvan cols como Restefonds o Iseran, y no nos olvidemos de Córcega. ASO se ha quitado las anteojeras y esperemos que, como vasos comunicantes que son, esto genere un golpe de timón en RCS. Lo de La Vuelta, lo dejamos pa prao.


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