domingo, 17 de febrero de 2013

Janez Brajkovic sólo sabe ser jefe de filas


No cabe duda de que imponerse en el Campeonato del Mundo Contrarreloj Sub-23 y despues finalizar consecutivamente 2º y 3º en el Europeo de la misma disciplina, imprime carácter. Si  despues, con apenas 23 años te enfundas la camiseta de líder de la Vuelta, aunque sea por un par de días, la gente empieza a colgarte la etiqueta de <<firme sorpresa>>. De 2007 a 2009 logró resultados destacables (1º Tour de Georgia, 2º en Lombaardía, 2º en el Trentino, 3º Tour de Alemania y 5º en Suiza y Cataluña). El chico lo hace bien pero no acaba de explotar. Y por fín en 2010 la victoria de su vida: el Criterium Le Dauphiné, Le Petit Tour, arrasando en la crono larga y batiendo en la general al al español Alberto Contador a la sazón, el monstruo del momento. El esloveno Janez Brajkovic parecía uno de los elegidos y, sobre todo, él nunca ha dejado de creer que lo es. Tanto es así que abandonó a su mentor Johan Bruyneel para cumplir su sueño: liderar un equipo en la Grande Bouclé.

Tras un buen 2012 con Astana (sin alaracas) en el que finalizo 9º el Tour y se adjudicó la etapa reina de la Volta y el Tour de Eslovenia, hoy debutaba en la Ruta del Sol. En el prólogo ha estado lejos de los primeros puestos.  2013 le plantea nuevos desafíos. He aquí algunos de ellos:

- Rivales en su equipo: Vinokourov colgó la bicicleta y Kreuziger emigró al Saxo-Tinkoff pero, a cambio, llegan Fuglsang y El Tiburón Nibali y su cohorte de domésticos.

- Romper el gafe con las etapas en línea: alzó los brazos en el Giro de Lombardía 2008... para celebrar un 2º puesto. Cruzó la línea de meta en primera posición en la infernal etapa pirenáica de la Volta 2012 que hubo de recortar kilómetros por culpa de la nieve. Después los jueces decidieron anular los tiempos de cara a la general.

- Lugarteniente en el Giro de Italia: puede ser de gran ayuda para Nibali en la CRE y ser una valiosa pieza táctica en las etapas de montaña si está bien clasificado. Como disuasor soldándose a la rueda de rivales (que se lo digan a Contador en Alpe d'Huez o a Pozzovivo en Škofja Loka) o como percutor buscando sus propias opciones y haciendo que trabajen otros equipos. Pero me cuesta imaginármelo cumpliendo la labor de un Szmyd, poniendo ritmo en la última ascensióm.

- Sin costumbre de trabajar para otros: en 2010, lance Armstrong, su jefe de filas, quedó pronto sin opciones en el Tour y en 2011 en el que,en teoría, debía trabajar para los Schleck hubo de retirarse en la 5ª etapa por caída. Solo disputó el Giro en 2009, en un anárquico Astana en el que cada uno hacía la guerra por su cuenta. En la Vuelta, siempre ha gozado de buen cartel, implanteable contemplar otras opciones que no fueran las suyas.

- Regreso a la Vuelta: todo dependerá del calendario de Nibali. Pero Brajkovic ya ha expresado su deseo de acudir a una ronda española que "le trae grandes recuerdos, hace buen tiempo y las etapas son bonitas". Y como yo no descarto que Vincenzo solo dispute una Grande este año lo más probable es que veamos a Janez en la batea de salida capitaneando el Astana.

- Evolución deportiva: con la edad (29 años) el esloveno parece haber perdido algo de punch en las cronos llanas y ganado desenvoltura en las quebradas. Se ha hecho un buen escalador y su fondo también ha mejorado. Veremos como repercuten estos cambios en su temporada.


Hablamos, pues, de un niño mimado del pelotón internacional, ejemplo de como un par de momentos pueden marcar una trayectoria, que ha alcanzado un status de estrella, no siempre respaldado por los hechos, del que será dificil que se apee mientras le reste una gota de clase en       las piernas.



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