El Abierto de Estados Unidos nos ha dejado la victoria del escocés Andy Murray que por fín ingresa en el club de los ganadores de u Grand Slams, al que ya pertenecía el ganador de la edición 2009: Juan Martín del Potro.
La Torre de Tandil, Delpo, El Torete... cuenta con 198 cms de humanidad, una gran envergadura, una enorme fuerza física y es capaz de superar los 230 kms/h con su saque. Pero tan importante como su potencial físico es su caracter batallador, nunca rehuye un intercambio de golpes de fondo de pista y jamás da un partido por perdido. Además posee una derecha profunda y un reves a dos manos muy competente.
Armas sobradas para formar parte del triunvirato (junto a Djokovic y Murray) destinado a dominar el tenis mundial en el futuro cercano. Y todo a pesar de sus problemas articulares (muñeca y rodillas) que reaparecen periódicamente. Es más, muchos dicen que no volvió a ser el mismo desde aquella operación de muñeca que le hizo perderse casi toda la temporada de 2010.
Sus victorias ante Djokovic en la Copa Davis de 2011 y en la disputa de la medalla de bronce en Londres este año, y el hecho de que ha puesto contra las cuerdas a Rada Nadal sobre tierra batida en la final de la Davis del año pasado y a Federer en semis del Torneo Olímpico sobre hierba son buenos ejemplos de que su potencial está intacto.
Tras su polémica ausencia por lesión en el punto decisivo de la Davis ante la República Checa y posterior periodo de descanso, su objetivo será llegar en las mejores condiciones al ATP World Tour Ank (antiguo Torneo de Maestros) también en Londres, del que ya fue finalista en 2009.
Para el año que viene aspira a ganar su primer Masters 1000 y a consolidarse entre la superélite mundial venciendo otro Grande. Y es que el tandileño cumplirá en pocos días 24 años. Delpo es presente y futuro del tenis masculino.
Este artículo va dedicado a todos lo que frecuentan esta bitácora desde tierras sudamericanas, especialmente argentinos y venezolanos. Recomendad este blog a amigos o enemigos o a ambos si os apetece. Hasta la próxima.
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